Sexo casual

 Óscar González García

Javi y Nuria no estarían atrapados en el coche si la nevada de aquel viernes no hubiese sido la mayor nevada desde hacía setenta años, sólo superada por la que atascó el puente Richmond una semana entera. Tampoco se habrían quedado boca abajo si la rueda delantera derecha del Dogde azul de la madre de Javi no hubiera tenido el dibujo desgastado, claro.Y es lógico pensar que si Javi y Nuria no hubieran ido a la misma clase ese curso, jamás se habrían encontrado en esta posición, ¿verdad?

Porque francamente, si Nuria no se hubiera desabrochado el vaquero elástico sin bolsillos traseros metiéndose el dedo en la boca a la vez que miraba a Juan, Juan no habría tenido que abrirse la cremallera del pantalón para que su polla empinada no le apretara contra la tripa. Por supuesto que si Nuria al ver la polla de Javi por fuera del calzón no hubiese acercado su boca lentamente llena de saliva y chupado con fuerza, Javi no tendría que haber pisado tanto el acelerador.

Si bien es verdad, Javi debería haberse estado quieto con su mano, y no tendría que haberla metido suavemente dentro del coño de Nuria, que si ya de por sí subía y bajaba la cabeza, en ese momento subió y bajó también el culo. Ten por seguro que Nuria no sabía con qué jugaba al hacerle una paja a Javi con ambas manos a la entrada del túnel a más de cincuenta millas por hora. Pero la culpa de eso la tiene Javi, por pedirle a Nuria que sujetara el volante con las manos resbaladizas de lefa mientras éste buscaba con su lengua el clítoris rosado de Nuria.

Pero un momento, si Nuria no se hubiese puesto un pendiente en el labio del coño una semana antes, Javi no se habría enganchado los pelos de la perilla con él, y así habría podido ver que la curva era muy cerrada.

Ya, podrás decir que Juan no debería de haberle mordido el clítoris a Nuria para que ésta echara el cuerpo hacia atrás y desenganchar así su perilla, pero a eso te contesto que si en vez de tener Nuria la fantasía sexual de que la mordieran el clítoris en un coche, hubiera tenido otra cualquiera, no se habría corrido en la cara de Javi, y éste no habría estornudado con violencia dentro del coño de Nuria, que soltó las manos del volante, permitiendo que la rueda delantera derecha sin dibujo patinara con el charco helado a demasiada velocidad, haciendo que el coche cayera por la ladera de la curva hasta el agujero donde están atrapados boca abajo.

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