Festín de amotinados (2000) |
Despedida |
Chelo Morales |
Mamá, ¿vamos a casa de la yaya? No, Rafa, te llevo al cole. Ya verás qué bien lo pasas. Allí hay muchos, muchos juguetes y una señorita muy buena que se llama Ana.
Bueno digo. Mi madre entra conmigo en una habitación grande y yo me asusto al ver tantos niños llorando, seguro que les han puesto una inyección, por eso lloran tanto. Mamá, ¿me va a pinchar el médico? No, Rafa. Mira, ésta es Ana, tu señorita. Tenga, ésta es la mochila de Rafa, le he metido dentro una muda por si se le escapa el pis, aunque ya no suele hacérselo nunca encima. Yo agarro la mano de mi madre con fuerza y quiero marcharme de allí, no quiero que me pinchen. Ven, Rafa dice la señorita agarrándome de la otra mano. Te voy a enseñar cual es tu percha para que cuelgues esta mochila tan bonita. Mi madre se agacha y me da un beso, pero cuando cuelgo mi mochila y me vuelvo, mi mamá ya no está. ¿Y mi mamá? me asusto. Luego viene, ven que tú y yo vamos a jugar con los otros niños. No, ¿y mi mamá? Me quiero ir con ella, no quiero que me pinchen. Nadie te va a pinchar. Ven, verás que bien lo pasas. ¡Mamá! grito ¡Mamá, ven! Pero todos los niños lloran y mi mamá no me va a oír. Me suelto de la mano y corro hacia la puerta gritando, pero está cerrada. Me quiero ir a mi casa. ¿Y mi mamá? Me ponen en la mano un coche que no es mío. Yo quiero mi coche y jugar en mi casa. Juega un ratito aquí con los niños y ya en seguida viene mamá y me sienta en el suelo al lado de otros niños que lloran. Mamá se ha enfadado conmigo, no he querido la leche en el desayuno y se ha enfadado, eso es lo que pasa. Pero ya voy a ser bueno. Mamá, ven, que voy a ser bueno y voy a comérmelo todo y voy a dormir en mi cama. Mama, ven, por favor, que voy a ser bueno. A todos los niños los han dejado aquí sus mamás porque no son buenos, pero yo voy a ser bueno, lo prometo, mamá, ven. Rafa, no llores, venga, juega con el coche que ahora vamos a cantar. Quiero mi mochila, me levanto y la cojo dando tirones y la abrazo, es mía, no quiero el coche. Una niña grita fuerte y me asusto. Tiene el coche que he tirado en su pelo, me pega en las piernas y me tira al suelo. Las señorita me regaña y me dice que le he hecho daño a la niña y que eso no se hace. Pero yo no he hecho nada, sólo abrazo mi mochila. Me deja en el suelo llorando como los otros niños. Alguno ya no llora y hay uno que es todo negro, debe de estar muy sucio y su mamá se ha enfadado mucho con él por estar tan sucio y le ha dejado aquí, para siempre, como a mí. Esta noche me he meado en la cama y mi mamá ya no me quiere y me ha dejado aquí. Pero ya no lo voy a hacer más, por favor, mamá, ven. La señorita está cantando, da palmas palmitas y está muy contenta, no le importa que lloremos, no sé quién es, me quiero ir de aquí. Venga, Rafa, vamos a cantar, no llores más, sé bueno. Voy a ser bueno y no voy a llorar más, así mi mamá, si soy bueno, va a venir a por mí. No, no va a venir, nunca va a venir, ya ha pasado un ratito y no viene. La señorita ya no canta, le pega a otro niño que no llora, le pega para que llore, ese niño está muy rojo y tiene la boca abierta, pero no llora. Le tira hacia arriba y le vuelve a coger y le pega otra vez. Ya llora el niño y la señorita le abraza. Mi mamá, ¿por qué no viene mi mamá? A ver, vamos a aprender a hacer una fila, niños, que nos vamos al patio. Nos vamos, nos vamos a casa, todos salen por la puerta. Rafa, deja la mochila en tu percha. No, yo no quiero, es mi mochila. Y la agarro fuerte para que no me la quite. La señorita nos lleva a la calle, no, no es la calle, es un parque, seguro que aquí está mi mamá esperándome. Mamá La busco, pero no hay mamás. Hay muchos más niños llorando y corriendo. Algunos se ríen, ya no se acuerdan de sus mamás. Yo no quiero estar en este parque, me quiero ir a mi casa. ¿Cuándo viene mi mamá? le digo a la señorita que canta. Pero está hablando con otra y no me escucha. Dice que el primer día es para volverse loca. Mi mamá también dice que la voy a volver loca, no sé qué es loca, se vuelve loca y se va para siempre. Me agarro a la mano de la señorita que canta, no quiero que se vaya y me deje aquí sólo. Me coje y me besa, y yo quiero que me bese mi mamá. Me estoy quieto y no lloro y al rato me dice: Mira, Rafa, ha venido tu mamá. Mamaíta la abrazo llorando y se me cae la mochila. La señorita la dice que he sido muy bueno y sólo he llorado un ratito. Vamos a casa, me voy a portar bien y seguro que mamá no vuelve a traerme más. Y tres años después... Esta mañana Javi ya estaba en clase esperando cuando he llegado, pero casi siempre soy yo el primero, porque si mi madre no me deja temprano en el colegio luego ella no llega a trabajar. Hoy llega tarde seguro, por eso estaba enfadada y ni se ha dado cuenta de que la cama no estaba mojada cuando me he levantado. Ya lo consigo casi todos los días. Sólo me falta aprender a leer bien, o tan bien como Javi por lo menos, ¡el listillo!, sin parar a pensar en cada palabra, como dice Marta. Hoy voy a leer bien, lo juro, lo juro, lo juro, tan bien como Javi. Mírale, ¿qué le hace a Laura?, le está pintando la cara con tiza. Cuando venga Marta le va a castigar, seguro, ¡ja, ja!, la tonta se ríe, ya verás cuando venga Marta. Ya llega, está muy seria, verás que contenta se pone cuando yo lea hoy tan bien como Javi. No se ha dado ni cuenta de que Laura tiene la cara llena de tiza. ¡Hala, a abrir el libro!, dice. No es esta la hoja, vaya, me he confundido, la página 15, dice. ¿Cuál es el 15? Un uno y ¿un qué?, quince, no sé, a ver, hay un tren dibujado en la hoja. Sí, será ésta. Un uno y un cinco pone, ese es el quince, que no se me olvide. Ya está leyendo Alberto, después voy yo, ¡ay!, ya me va a tocar. ¿Por dónde va?, qué deprisa lee. Yo empezaré aquí, después del punto y aparte, seguro, ¿qué pone? Tengo que leer bien, sin alargar las palabras, dice Marta. A ver qué pone: Entarba el ter, no, no pone ter, pone tren, sí, tren, entarba el tren, no, entarba no, la r está entre la t y la a, tra, es tra, a ver, pone entraba el tren en la setaquión, no, estaquión, no, a ver, cuando va con la i no suena qui me parece, como casa, no, no sé cómo sonaba cuando va con la i, me parece que pone estasión, entraba el tren en la estasión. Pronto me va a tocar y ahora me hago pis, me tengo que aguantar hasta después, primero tengo que leer. A ver que más pone: La guente iba y venía, la gente, no guente, que suena como la j cuando va con la e, ya me acuerdo, qué difícil, la gente iba y venía. Vaya, mi abrigo se ha caído de la percha, Marta se va a enfadar porque mamá no me ha cosido la cinta para colgarlo en la percha y así se resbala y Marta no quiere ver los abrigos en el suelo. ¡Cuántos paraguas hay hoy en las perchas! ¡Pero si no llueve! Hoy no llueve, y después de la ficha saldremos al patio a jugar. Rafa, continúa tú. Rafa, ya me toca. Entraba el tren en la estasión, la gente iba y venía. ¿Qué pasa?, ¿por qué se enfada Marta?, si he leído de un tirón. Rafa, eso ya lo ha leído Alberto. No estabas siguiendo la lectura, como siempre, siempre sois los mismos, como lees tan bien te puedes permitir el lujo de no atender, ¿verdad? ¿Qué estabas haciendo mientras Alberto leía?, a ver, explícamelo, ¿qué has hecho todo este rato? ¿Qué he hecho?, ¿qué digo ahora? Marta está enfadada y eso que he leído bien, hoy he leído bien, ¿qué importa que no me tocara leer eso?, he leído bien, pero Marta está enfadada, ¿qué he hecho? Si no contesto me va a castigar sin recreo y me pondrá una nota para que mamá me la firme y mamá se enfadará y adiós consola. Rafa, te he hecho una pregunta, ¿me quieres contestar?, ¿qué has hecho? Me he hecho pis, Marta. |
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